El entorno legal en el que se desenvuelve la tecnología, es fundamental para su control y correcto desarrollo, sin embargo, una máxima planteada por el sector fintech es que la innovación antecede a la regulación, es por esto que perseguir y castigar los delitos cibernéticos resulta muy complicado.
“La legislación de cibercriminalidad en México me parece incipiente”, explica Arturo Espiridión Ramírez Ramírez, director legal de MNEMO, compañía española de ciberseguridad. Menciona que el primer antecedente en materia de ciberlegalidad en México proviene del artículo 211 del Código Penal Federal, el cual fue creado en 1999, y que surgió a raíz de una serie de ataques realizados a entidades públicas; sin embargo, esto no basta.

De acuerdo con el experto, no se trata únicamente de crear el tipo penal, sino de elaborar una legislación secundaria que posibilite la investigación de ese tipo de conductas. La investigación de un delito común es un problema, mientras que en el caso de un delito electrónico, ésta se dificulta aún más.